Colegio Montessori en Cuernavaca, invita a sus papas a participar.

Compartiendo mi experiencia en Marruecos para los niños de colegio Montessori Tierra de niños.

El papá de Sophie vivió y trabajó en Marruecos durante varios años…

El y la mamá de Sophie decidieron venir a compartir con nosotros una fábula sobre un camello y una hiena que se encontraban en el desierto y que decidieron cruzar un río para poder llegar a la granja en donde había varios suculentos animales de granja para comer. Al llegar, el camello comió mucha hierba fresca y la hiena mató un par de pollos con los que se deleitó.Al terminar de comer, la hiena se puso a cantar muy fuerte, ante lo que el camello le pidió que dejara de hacerlo pues llamaría la atención del granjero quien vendría a maltratarlos por lo que habían hecho. Pero la hiena no quiso dejar de cantar pues esa era ¨su costumbre¨. Al poco rato apareció el granjero y la hiena se echó a correr escapando rápidamente del lugar, pero el pobre camello que no puede correr muy rápido, fué golpeado por el granjero por los destrozos que habían hecho. Cuando finalmente el granjero terminó de golpear al camello, éste se marchó y al encontrar a la hiena a la orilla del río le dijo lo que había sucedido, ante lo cual la hiena solo se rió y le exigió al camello que la cruzara. El camello no tenía muchas ganas de cruzarla, pero ideó un plan: le dijo que aceptaba cruzarla, pero en la parte mas honda del río, hizo que la hiena se cayera de su lomo y ésta empezó a gritar desesperada que la salvara pues ella no sabía nadar y se estaba ahogando! El camello la salvó y al llegar a la orilla le dijo: hiena, mi costumbre es sumergirme a nadar  en el río al terminar de comer y me contuve de hacerlo para que tu no te ahogaras…aprende la lección hiena, pues a mi el granjero si me golpeó muy fuerte porque tu no te contuviste de cantar después de comer. Una gran lección que aprender.

Turbantes, los dulces y el té de menta.

Después del cuento,el papá de Sophie invitó a los niños a cubrirse la cabeza con un turbante al estilo marroquí, que el ayudo a ponérselos y a las niñas una túnica cubriendo el pelo al modo de las mujeres marroquíes. Después los papás de Sophie nos compartieron algunos objetos interesantes de Marruecos, como un cuchillo artesanal, algunos trastecillos de bronce y unos dulces deliciosos acompañados de un rico té de menta.

Reflexionando.

Después de la experiencia, los papás de Sophie y los niños platicaron de la importancia que tiene el tomar en cuenta las necesidades de los otros y aproveché yo como guía de ellos, para recordar nuestro lema en este colegio Montessori en Cuernavaca, Tierra de niños: Estamos aqui para ser felices, para ayudarnos, no para lastimarnos.
Fue una experiencia realmente linda y enriquecedora.
¡Muchas gracias a los papás de Sophie!

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